martes, febrero 17, 2009

Entrevista a Manuel Castells sobre la Sociedad Red (inglés)

Recomiendo esta entrevista hecha al sociólogo/economista español Manuel Castells quién para mi es uno de los pocos científicos sociales que ha tomado en serio el estudio de la Revolución Digital.

http://www.youtube.com/watch?v=0GBB7U5mv0w


Ruben

lunes, febrero 16, 2009

Las Razones dell Atraso Digital (2da Parte)

La Canibalización del Futuro.

El avance hacia la Sociedad de la Información depende en gran medida del avance del sector de las telecomunicaciones; la conectividad es base y sustento de la incorporación a la sociedad y economía del resto de TICS. El avance de las telecomunicaciones se gestiona tanto en la rectoría del sector como en la operación del sector.

En lo operativo, mientras el resto del planeta avanzaba hacia la privatización de las empresas de telecomunicaciones o hacia el fortalecimiento estatal de las empresas públicas, en Ecuador el neoliberalismo criollo produjo un híbrido muy práctico para los fines de los grupos en el poder; empresas estatales orientadas a la rentabilidad privada, es decir empresas de telecomunicaciones estatales al servicio de los negocios de los grupos de interés asociados con el gobierno de turno. Las empresas estatales de telecomunicaciones fueron desprovistas de la capacidad de re-inversión, dejándolas incapaces de crecer, y en la medida que la ciudadanía no permitió la privatización de las mismas, los grupos de poder se dedicaron a “des-huesar” a las empresas a través de la corrupción. A paralizar su avance para permitir el reflote y avance de las empresas y operadoras privadas.

El resultado de éste ejercicio perverso fue el atraso de TODO el sector de telecomunicaciones. Toda vez que los gobiernos de turno se dedicaron a canibalizar las empresas más estratégicas del Estado en el avance hacia el futuro; las empresas estatales de telecomunicaciones. Es dramático el ejemplo de la “partición” de EMETEL en dos empresas diferenciadas para así hacerlas “calzar” con el tamaño del bolsillo de los privatizadores nacionales. El pretexto dado por los teóricos neoliberales criollos rayaba en lo absurdo; al crear dos empresas se fomentaba la competencia. Es decir si las llamadas internacionales eran más baratas en la zona operada por Andinatel (Quito) un ciudadano de la zona operada por Pacifictel (Guayaquil) viajaría a la zona Andinatel para realizar la llamada.

Por otro lado, se armó todo un andamiaje regulatorio e institucional que prácticamente “ataba de pies y manos” a las empresas estatales y en general dejaba muy poco cierto el escenario regulatorio para los pequeños jugadores.

Las empresas estatales de telecomunicaciones se llevan “lo peor de ambos mundos” puesto que para determinados asuntos como la distribución de utilidades son consideradas empresas privadas, sin embargo cuando es necesario realizar compras se las considera empresas públicas.

No hay que descontar la “efectiva” acción de ciertos miembros de los sindicatos de las empresas estatales de telecomunicaciones que se dedicaron como los grupos de poder a canibalizar, -a su modo-, las empresas estatales de telecomunicaciones. Los sindicatos nacidos de una lógica antisistémica, permitieron a algunos de sus miembros adoptar los más perversos vicios de acción del poder criollo y se adaptaron a él, permitiéndolo, y de cierto modo legitimando su discurso anti-estatal.

Hay que destacar sin embargo, el accionar consciente y responsable de muchos funcionarios de las empresas estatales de telecomunicaciones que permitieron a éstas sobrevivir y que definitivamente no respondían a la lógica de la canibalización.

La corrupción contaminó la mayoría de esferas de las operadoras estatales. Corrupción validada y fomentada desde los más altos estamentos políticos. Las empresas se convirtieron en botín político.

Perdió el Estado, ganaron muchos grupos afines a la partidocracia. Perdió el Ecuador, se perdió la oportunidad de mantenernos a la cabeza del liderazgo tecnológico.

La voracidad sin límite y amoral de los grupos minadores del Estado destruyó a las empresas estatales y eso determinó los muy pobres resultados del desarrollo de las telecomunicaciones en Ecuador.

domingo, febrero 15, 2009

Las Razones del Atraso Digital en Ecuador (1era parte)

Es evidente que Ecuador se encuentra atrás de sus vecinos latinoamericanos en el avance al desarrollo de la Sociedad de la Información. Es especialmente crítica la situación de las telecomunicaciones que es la TIC más relevante en el desarrollo de todo el sistema de desarrollo tecnológico en sí, así como en el mismo desarrollo de la economía.

Los despliegues de redes de telecomunicaciones suelen tomar tiempo, y revertir los malos índices de conectividad toma mucho tiempo más. Por lo que los déficit actuales son el resultado de más de 15 años de pésima gestión del sector.

Inicio una serie de entradas en mi blog sobre lo que considero fueron las razones del atraso digital.

Y es que si comparamos algunos indicadores entre sectores estratégicos, como son electricidad y telecomunicaciones, y en particular el indicador de cobertura rural y urbana, las diferencias saltan a la vista; el 92% de los hogares urbanos y más del 85% de los rurales tienen servicio eléctrico, mientras que la penetración de la telefonía fija es del 13%.

¿Porque esas diferencias? Si ambos sectores se han manejado desde lo estatal?. Mi hipótesis es que el sector eléctrico alcanzó a desarrollarse antes del embate neo-liberal. Efectivamente el sector eléctrico pudo desarrollar planificación, ejercer una adecuada rectoría, aplicar políticas y ejercer una  correcta gerencia estatal del sector antes del advenimiento de la gestión neo-liberal (1992 – 2007).

Creo que es fundamental señalar los principales determinantes de la acción neo-liberal sobre el desarrollo digital del país y el avance a la Sociedad de la Información que determinaron el desastre que vivimos actualmente:

  1. Planificación estatal discursiva, ausencia de lineamientos de desarrollo en las telecomunicaciones y hacia la Sociedad de la Información. (Privatización del Futuro).
  2. Canibalización de las empresas públicas de telecomunicaciones.
  3. “Esquizofrenia” institucional y regulatoria; Marco regulatorio para las telecomunicaciones incompleto, parcial, y casi inejecutable, con serias debilidades institucionales, diseñado con el perverso fin de dar ventaja considerable a las operadoras privadas en detrimento del desarrollo de las empresas estatales de telecomunicaciones. Ausencia de marco regulatorio e institucional para la Sociedad de la Información.

La privatización del futuro.

Una de las características primordiales del accionar de la política “neo-liberal” en Ecuador fue el de reducir o anular la importancia de la planificación estatal. Y la planificación es determinante al momento de diseñar las agendas de cobertura o expansión de la cobertura, y el crecimiento de un sistema de provisión de un servicio. La ausencia de planificación en sectores estratégicos y en la oferta de bienes públicos genera retraso. Esto fue especialmente cierto en el sector de las telecomunicaciones en Ecuador; como se señaló anteriormente, si se observa la cobertura de servicio eléctrico en Ecuador y la comparamos contra la cobertura de las telecomunicaciones como por ejemplo la penetración de la telefonía fija, veremos que hay diferencias sustanciales.

Y esta ausencia de planificación y gerencia de largo plazo determinó el retraso del sector de telecomunicaciones;  el sector eléctrico contó por muchos años con un ente planificador y gestor de la planificación, que le permitió delinear un  sistema nacional interconectado, mismo que crea un esqueleto nacional de distribución de energía eléctrica de donde se puede ir “capilarizando” el servicio eléctrico. Las telecomunicaciones carecieron por mucho tiempo de dicho “esqueleto nacional” y por sobre todo carecen de un órgano que lleve adelante un plan único de expansión[1].

Ahora bien, existió planificación en el sector de telecomunicaciones, pero una planificación que no es tomada en cuenta en el desarrollo del plan operativo, una planificación que es tomada simplemente como una “obligación” legal, una planificación que no es ligada a mecanismos de control y seguimiento, y por sobre todo una planificación que no es llevada a cabo, es una planificación discursiva, y no una herramienta de trabajo. Y lo que se ha visto en el país en los últimos 15 años es justamente una planificación discursiva. Es decir una planificación estatal mínima, desconectada de los verdaderos planes operativos, sin capacidad de concretarse, sin marco institucional lógico y adecuado, una planificación en discurso.

Y es que desde la lógica de minimización del estado, la planificación para la acción estatal simplemente era innecesaria; había que esperar “que el Estado , muriera por si solo”.

Por otro lado, en el terreno del avance hacia la SI, a partir de el año 2000, en Ecuador se hacen algunos esfuerzos de lograr una Agenda hacia la SI, sin embargo en la medida que esas agendas respondían a compromisos internacionales y a la presión/iniciativa de ciertos sectores de la sociedad civil, y no a la voluntad política de los gobiernos de turno, sus propuestas se cristalizaron muy poco.  Y es que en la medida que el avance hacia la SI no generaba jugosos negocios inmediatos al gobierno de turno, su prioridad fue mínima para los grupos de poder en dichos gobiernos.

Independientemente de esa priorización negativa hacia la SI, es posible notar algunas carencias y fortalezas en las agendas y esfuerzos de planificación hacia la SI anteriores en Ecuador, que es necesario analizar y dejar planteado para evitar cometer errores y aprender de las experiencias.

Resultados y alcance de agendas anteriores hacia la Sociedad de la información.

 Como se señaló anteriormente, las agendas nacionales o estrategias nacionales que promueven las sociedades de la información aparecen en América Latina especialmente a finales de los 90’s. En Ecuador el primer intento formal de establecer una estrategia nacional hacia la Sociedad de la Información es la Agenda Nacional de Conectividad.

 Por otro lado, una de las características de la política neo-liberal fue la conceptualización de la economía en “compartimentos estancos”, en “mercados” aislados los unos de los otros, unidos solamente por los vectores monetarios y de demanda. El resultado de ésta particular visión fue la aparición de intentos de realizar una agenda hacia la SI (siempre desde la ciudadanía y el sector privado) que entendían la SI mas que nada como un titulo bastante englobante que permitía encerrar conceptualmente todas las manifestaciones digitales o electrónicas de la “nueva economía”. De allí que las agendas hacia la Sociedad de la Información fueron planteadas como una sumatoria de proyectos “electrónicos”. Es decir añadir la “e-“ frente a cada “sector” de la economía para obtener una “e-“conomía[2].

 Es posible determinar al menos dos momentos de la planificación hacia la SI en Ecuador; el primero momento marcado por el desinterés del Estado, y un segundo momento del establecimiento de la planificación pero presionados desde la Sociedad Civil.

La ausencia de la planificación hacia la SI en el primer momento contrasta bastante con el accionar estatal en momentos determinantes de la historia nacional y el desarrollo económico del Ecuador sobre todo en los esfuerzos para modernizar la economía (20’s) estimular el auge bananero (50’s), los procesos de industrialización por sustitución (60’s), y la promoción de las exportaciones no tradicionales (80’s y 90’s), y por supuesto estrategia, -o ausencia de la misma-, diametralmente opuesta a la activa y protagonista acción estatal en el boom petrolero en los 70’s. Hay que entender, -sin embargo-,  que la preocupación de tener una estrategia nacional en los diferentes gobiernos de América Latina y el mundo en desarrollo hacia la SI recién empiezan a hacerse explícitos a mediados de la década de 1990, y que por tanto sería “injusto” pedirle a la gestión de los diferentes gobiernos nacionales anteriores a dicha década planes concretos hacia la SI.

 

Ecuador lanza una Agenda Nacional de Conectividad en el 2002[3]. Misma fue el resultado de compromisos internacionales previos, especialmente la Cumbre de las Américas realizada en el 2001 en la ciudad de Québec.

Posteriormente, y frente a los pocos resultados de la Agenda Nacional de Conectividad se lanza un esfuerzo de construcción participativa de una agenda; El Libro Blanco de la Sociedad de la Información. El cuál partía de una premisa; la participación de muchos actores en la elaboración de una agenda lograría un nivel de compromiso aún mayor de los diferentes actores. Dicha premisa no es equivocada, sin embargo dicho Libro Blanco no se convirtió en una nueva agenda.

Los resultados de la Agenda Nacional de Conectividad están a la vista así como de la mayoría de procesos pasados de planificación en el desarrollo de las telecomunicaciones. Es importante acotar que eventualmente las agendas fueron construidas con la mejor de las intenciones y con gran esfuerzo intelectual pero la puesta en práctica no resultó efectiva. El porqué de los obres resultados es motivo de ótro artículo y más investigación y lo toparé más adelante en el blog.

Mañana continuaremos con el segundo vector que destruyó a las telecomunicaciones en Ecuador.

 

Rubén Díaz

 

 

 

 



[1] El gobierno de la Revolución Ciudadana, empeñado en revertir estos procesos de exclusión debidos a la ausencia de accionar estatal, ha dado ya los primeros pasos hacia la construcción de una red nacional de fibra óptica al unir las redes de telecomunicaciones de Pacifictel, Andinatel y Transelectric, primer paso hacia un “sistema nacional de fibra óptica” que permita una cobertura realmente nacional de servicios de telecomunicaciones.

[2] Esta concepción es comparable a la idea de sumar muchos árboles para obtener un bosque. Entendemos al bosque como un sistema, y  no  como una sumatoria de árboles.

 

[3] Hay que señalar que Corea del Sur, uno de los países más avanzados en éste tema lanzó su primera agenda hacia la Sociedad de la información a mediados de la década de los 90.