lunes, febrero 16, 2009

Las Razones dell Atraso Digital (2da Parte)

La Canibalización del Futuro.

El avance hacia la Sociedad de la Información depende en gran medida del avance del sector de las telecomunicaciones; la conectividad es base y sustento de la incorporación a la sociedad y economía del resto de TICS. El avance de las telecomunicaciones se gestiona tanto en la rectoría del sector como en la operación del sector.

En lo operativo, mientras el resto del planeta avanzaba hacia la privatización de las empresas de telecomunicaciones o hacia el fortalecimiento estatal de las empresas públicas, en Ecuador el neoliberalismo criollo produjo un híbrido muy práctico para los fines de los grupos en el poder; empresas estatales orientadas a la rentabilidad privada, es decir empresas de telecomunicaciones estatales al servicio de los negocios de los grupos de interés asociados con el gobierno de turno. Las empresas estatales de telecomunicaciones fueron desprovistas de la capacidad de re-inversión, dejándolas incapaces de crecer, y en la medida que la ciudadanía no permitió la privatización de las mismas, los grupos de poder se dedicaron a “des-huesar” a las empresas a través de la corrupción. A paralizar su avance para permitir el reflote y avance de las empresas y operadoras privadas.

El resultado de éste ejercicio perverso fue el atraso de TODO el sector de telecomunicaciones. Toda vez que los gobiernos de turno se dedicaron a canibalizar las empresas más estratégicas del Estado en el avance hacia el futuro; las empresas estatales de telecomunicaciones. Es dramático el ejemplo de la “partición” de EMETEL en dos empresas diferenciadas para así hacerlas “calzar” con el tamaño del bolsillo de los privatizadores nacionales. El pretexto dado por los teóricos neoliberales criollos rayaba en lo absurdo; al crear dos empresas se fomentaba la competencia. Es decir si las llamadas internacionales eran más baratas en la zona operada por Andinatel (Quito) un ciudadano de la zona operada por Pacifictel (Guayaquil) viajaría a la zona Andinatel para realizar la llamada.

Por otro lado, se armó todo un andamiaje regulatorio e institucional que prácticamente “ataba de pies y manos” a las empresas estatales y en general dejaba muy poco cierto el escenario regulatorio para los pequeños jugadores.

Las empresas estatales de telecomunicaciones se llevan “lo peor de ambos mundos” puesto que para determinados asuntos como la distribución de utilidades son consideradas empresas privadas, sin embargo cuando es necesario realizar compras se las considera empresas públicas.

No hay que descontar la “efectiva” acción de ciertos miembros de los sindicatos de las empresas estatales de telecomunicaciones que se dedicaron como los grupos de poder a canibalizar, -a su modo-, las empresas estatales de telecomunicaciones. Los sindicatos nacidos de una lógica antisistémica, permitieron a algunos de sus miembros adoptar los más perversos vicios de acción del poder criollo y se adaptaron a él, permitiéndolo, y de cierto modo legitimando su discurso anti-estatal.

Hay que destacar sin embargo, el accionar consciente y responsable de muchos funcionarios de las empresas estatales de telecomunicaciones que permitieron a éstas sobrevivir y que definitivamente no respondían a la lógica de la canibalización.

La corrupción contaminó la mayoría de esferas de las operadoras estatales. Corrupción validada y fomentada desde los más altos estamentos políticos. Las empresas se convirtieron en botín político.

Perdió el Estado, ganaron muchos grupos afines a la partidocracia. Perdió el Ecuador, se perdió la oportunidad de mantenernos a la cabeza del liderazgo tecnológico.

La voracidad sin límite y amoral de los grupos minadores del Estado destruyó a las empresas estatales y eso determinó los muy pobres resultados del desarrollo de las telecomunicaciones en Ecuador.

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