lunes, febrero 23, 2009

Las razones del atraso digital. (3era parte)

La esquizofrenia institucional y regulatoria.

Para describir el desastre institucional y regulatorio que se recibió en Enero del 2007 desde la herencia neoliberal, se ha tenido que tomar prestada una palabra desde la psiquiatría, puesto que no se nos ha sido posible encontrar una mejor definición de lo que perversamente se instituyó en el país, sobre todo con y desde la Constitución neoliberal de 1998; una total “esquizofrenia” institucional donde se armó un complejo juego de instituciones para la regulación y control del sector de telecomunicaciones sin dejar claramente establecido roles, funciones y competencias, lo que sumado a un marco regulatorio incompleto y fundamentado en un marco constitucional débil, permitió el desastre en el sector: sobreregulación en ciertos aspectos, carencia de regulación en otros, incertidumbre regulatoria, carencia de liderazgo y rectoría del sector, y otros factores que permitieron el desarrollo de un verdadero desastre. Desastre que alejó mucho más inversión extranjera, limitó enormemente y hasta prácticamente impidió la inversión estatal, limitó la emergencia de nuevos oferentes de servicios de telecomunicaciones y en general de servicios de TICS asociados, limitó el desarrollo de las empresas pequeñas de telecomunicaciones y fortaleció los monopolios privados de telecomunicaciones.

 Uno de los ejemplos más dramáticos de lo anterior es la auto impuesta incapacidad del Estado para regular el sector de telecomunicaciones bajo la constitución de 1998; los contratos de concesión no podían ser cambiados por Ley alguna. Es decir los contratos estaban por sobre las Leyes. Quedaba anulada la posibilidad de ejercer la regulación efectiva.

 En lo referente a la SI, la regulación, -ya incapacitada desde su nacimiento-, tuvo algunos intentos de lograr ciertos espacios de “governanza” digital. Sin embargo en la medida que dichos esfuerzos se enmarcaban dentro de un marco institucional, -diseñado con el propósito de ser-, débil, lograr dicha gobernanza fue imposible, y las iniciativas generaron leyes sin mayor resonancia ni resultados reales significativos. La débil institucionalidad más lo difícil de la governanza digital impidieron el desarrollo de marcos legales eficientes para la incorporación del Ecuador en la SI y el surgimiento de un entorno habilitador adecuado de la SI.

 Es importante señalar que fue dicha “esquizofrenia” institucional y regulatoria la que muchas veces ahuyentó la inversión extranjera y nacional, sobre todo de pequeñas empresas de telecomunicaciones y limitó enormemente el surgimiento de empresas dedicadas a prestar servicios “digitales”.

El desbarajuste regulatorio, la inseguridad jurídica, no eran del todo negativas para todos los grupos y actores de las telecomunicaciones. En un escenario caótico el más fuerte y el más grande siempre tiene las de ganar. La ausencia de regulación efectiva no logró la promesa implícita del laissez faire: el mercado mientras menos regulado más bienestar y desarrollo alcanza.

Si tienen alguna vez la oportunidad de conversar con alguien del sector de telecomunicaciones verán con sorpresa que si el interlocutor pertenece al sector privado sentirá que el marco regulatorio y las instituciones jugaron a favor de las operadoras estatales. Si la pregunta se le hace a un representante de las operadoras estatales su visión será la opuesta. Conclusión: nadie se siente contento con la ordenación del mercado ni con la arquitectura institucional que se desarrolló en Ecuador hasta la llegada del Gobierno de la Revolución Ciudadana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario